Definición y análisis de un problema
La definición del problema al que pretendemos dar respuesta es fundamental. Como primera etapa de todo el Proceso Tecnológico, constituye la base sobre la que habrán de sustentarse las actuaciones de las siguientes etapas y por ello, si fruto de un análisis deficiente partimos de una definición incompleta o imprecisa, el resultado nunca podrá ser satisfactorio, haciendo que sean infructuosos todos los esfuerzos acometidos en las fases posteriores para llegar a una solución adecuada.
El problema al que tratemos de dar respuesta ha podido se detectado por nosotros directamente o habernos sido transmitido por un tercero que recurre a nosotros como técnicos para que le demos solución. En ambos casos, la percepción inicial puede ser incompleta o superficial y requerir de un estudio previo en el que deberemos considerar todas las variables intervinientes.
A la hora de analizar un problema tendremos en consideración:
- Cómo se manifiesta.
- Causas que lo originan.
- Consecuencias que conlleva.
- Factores que condicionan las posibles soluciones.
Una vez conocidos todos estos aspectos, podremos proponer una posible solución, si bien para ayudarnos a hacerlo y para evitar el riesgo de querer "inventar la rueda" es conveniente documentarnos sobre los antecedentes existentes que han dado soluciones a casos similares.